«La Sociedad que cuida de la familia, asegura un futuro humano y esperanzador»
Las actitudes de los padres al separarse, suelen repetirse con frecuencia. Los Conciliadores de familia nos encontramos permanentemente frente a situaciones dolorosas, como es la ruptura de una relación. Lo importante es buscar la forma de acompañar a las parejas en situación de conflicto para que puedan tener relaciones saludables y nuevos vínculos que los ayuden a seguir relacionándose ante un escenario diferente. La pareja se termina pero la relación continúa por muchos años más. En general cuando hay hijos, por eso es importante poder resolver los problemas de la mejor manera, dejando rencores y enojos atrás.
Compartimos el artículo de Entremujeres, titulado: «Hijos de divorciados enumeran 12 actitudes que los padres deben evitar al separarse» , estoy segura que nos brindará luces en este camino.
Un divorcio nunca es fácil. No lo es para la pareja y, cuando los hay, tampoco para los hijos. Tomar la decisión de separarse desata una serie de consecuencias, temporales o permanentes, y que ambos involucrados deben tener en cuenta para el sano futuro familiar. Entremujeres entrevistó a numerosos hijos (ya adultos) de padres divorciados, que detallaron las conductas que no hubiesen querido presenciar. Los consultados aseguraron volverse muy cuidadosos para no repetir este tipo de cuestiones cuando se convirtieron en padres.
1. Hablar mal del padre/madre
Fue uno de los hechos más mencionados. Reproches por todo lo que hizo mal esa ex pareja salieron a la luz entre los testimonios.
2. Pelear delante de los hijos
Medirse, pensar en calma y encontrar un momento y un lugar íntimo, sin los chicos en el medio, evitaría mucho daño en los niños.
3. Tomar a los niños como botín
Dejar a los chicos como protagonistas de una venganza los coloca en un lugar inapropiado e incómodo. Este tipo de conductas no pasan desapercibidas en la vida posterior de esos hijos y, tarde o temprano, tienen efectos negativos.
4. Establecer visitas restrictivas cuando no es necesario
Un régimen de visitas puede ser tanto un derecho como una obligación. Sin embargo, en casos de tenencias compartidas, flexibilizar días y horarios colabora enormemente a la armonía familiar.
5. Separar a los hermanos
En lo posible, es conveniente que los chicos sigan viviendo juntos luego del divorcio. Algunos de los entrevistados que vieron a sus padres dividir a los hermanos entre las casa paterna y materna declararon que fue de lo más doloroso del proceso.
6. Utilizar a los hijos como mensajeros o indagarlos acerca de la expareja
“dile a tu madre” o “dile a tu padre” fueron frases muy repetidas entre aquellas que los consultados hubiesen preferido no escuchar. En su afán de evitar comunicarse, muchas veces los padres olvidan que la transmisión de mensajes es nociva para sus hijos.
7. Hacer partícipes a los chicos de cuestiones económicas
Se mencionaron como desagradables hechos de este tipo: mandar la mensualidad a través de los chicos; presionar con frases del tipo “pídele a tu madre/padre”; o dar información detallada acerca de los problemas que las cuotas alimenticias generan.
8. “Si no te gusta, ve a vivir con tu padre” (o madre, depende del caso)
Una respuesta cruel cuando el tutor en cuestión discute con sus hijos. A las palabras, en este caso, no “se las lleva el viento”.
9. Desentenderse de responsabilidades y cuestiones afectivas
La maternidad y la paternidad no son formularios. Aunque la ley imponga ciertas normas, hay más que eso en la demanda de los chicos. Muchos recordaron que, tras la separación, uno de los dos padres se desligó de aquello que no implicaba una imposición estrictamente legal.
10. No tener en cuenta que los hijos extrañan
“¿Por qué no nos llamas más seguido?». Y el padre responde: “Porque si les hablo las extraño más”. Este diálogo fue revivido por una hija haciendo referencia a lo que le sucedía con ella y su hermana tras el divorcio.
11. Generar diferencias con los hijos del matrimonio posterior
Algunos mencionaron que se sintieron desplazados o percibieron enormes diferencias respecto a sus hermanos, fruto de nuevos matrimonios. Un trato igualitario no sólo ayuda a que esta sensación desaparezca, sino que también ayuda en la relación de hermanos.
12. Delegar en los hijos mayores el rol de padres para con los menores
Los divorcios imponen nuevos modos de vida que incluyen modificaciones de horarios, otras rutinas e, incluso, cambio o incorporaciones de empleos para acomodar la situación económica, que generalmente se complica a la hora de la separación. Aunque todo esto sea real y difícil, los padres siguen siendo padres y las responsabilidades que ese lazo conllevan deben seguir a su cargo.