La mediación «sana» las relaciones humanas

24 Ago 2017

¡Seamos modistos y modistas de los sentimientos humanos…. sepamos coser un descosido!

Javier Ales

«La mediación «sana» las relaciones humanas», es el título del artículo de Javier Ales, presidente de FIMEP, que compartimos a continuación. Entrar al conflicto de otras personas, es entrar a un lugar sagrado, en el cual se nos exige quitarnos las sandalias, porque el terreno que pisamos, es lugar sagrado. Usando la metáfora de Javier, es ser artesanos, moldear piezas únicas, que nos exige creatividad, conocimiento y manejo de muchas herramientas con destreza.

La función del mediador es hacer una radiografía del conflicto. Al igual que cuando alguien tiene una enfermedad y se enfrenta a su posible curación. El crecimiento de la conflictividad, la des-estructuración de instituciones clásicas como la familia, la pérdida o nacimiento de distintos valores en las personas y el hacinamiento de expedientes en los Tribunales de Justicia, hacen necesario la aparición de esta profesión.

Ante esta situación el profesional en mediación como experto busca el devolver a las partes enfrentadas su autonomía de decisión a la hora de resolver sus problemas y diferencias, donde el reconocimiento de los enfrentados, ante la imposibilidad de acordar una solución negociada, hace legitima su actividad.

Sin embargo, en un primer momento, los interlocutores reciben con escepticismo la figura del mediador. Por ello, a través de diversas técnicas que utilizamos se logra conseguir la empatía necesaria para crear un clima de confianza y que de alguna forma crean en este procedimiento extrajudicial, cuya importancia radica en crear una “cultura del acuerdo”. Es de resaltar también que este trabajo se utiliza principalmente siempre que las relaciones de las personas enfrentadas continúan en el tiempo, ya que se ha demostrado que cualquier otra técnica clásica (tribunales, arbitraje…) no garantiza una solución eficaz si no se implica a las personas afectadas en su propia solución. De igual forma el apellido de la mediación lo pone el conflicto de que se trate (mediación civil, mercantil, familiar, intercultural, penal, educativa…). Según los datos del último año en el área de atención a familias en conflicto de la entidad que dirijo, el 85% de los casos que voluntariamente se inician bajo el proceso de mediación se resuelven positivamente.El ejercicio de la mediación requiere una importante práctica artesanal: poder entrar en el mundo del conflicto que gestionamos. Necesitamos de artesanos, “especialistas del traje a medida”, quienes con mimo y paciencia van poco a poco transformando la “tela” que tienen entre sus manos para que siente bien a la persona que les encargan el trabajo. En la mediación diseñamos a medida cualquier “prenda” con aquellos “tejidos que usted elija”, desde la elección del tejido hasta su presentación final sobre maniquí, con un corte artesanal.

Hacen que siempre a gusto del “mediado medido” consigamos que éste satisfecho de nuestro trabajo… pero la decisión de la tela, el color, tipo de corte, “la hechura” y el modelo corresponden a él, conforme a los patrones existentes, considerando todos los detalles.

La confianza en nuestro trabajo es fundamental. Como en el cuento clásico del “nuevo traje del emperador”, si las partes no muestran la buena fe suficiente, de nada sirve la mediación, ya que el “traje es invisible” y, al ponérselo, en realidad se encuentran “desnudos”, ante su confianza y el acuerdo.

El poder entre las partes puede segarnos y aunque no veamos “el traje que hemos confeccionado”, nunca queremos reconocer que lo que estamos viendo es la “desnudez” del conflicto. Eso nos lleva, como hemos observado más de una vez, a manifestar que “no tenemos ningún problema”, o si acaso decir… “la culpa no es mía”, cuando es todo lo contrario, o no queremos reconocerlo. ¿Por qué debemos recomendar la mediación para los trajes a medida? Esta técnica comprende todo tipo de prendas, desde los arreglos más simples cuando estamos en crisis, hasta la transformación completa de la prenda, si se trata de un “traje” muy complejo.

Soy Conciliadora Extrajudicial, con especialización en familia, Árbitro. Diplomada en Teología, Religión y Cultura por la Universidad Antonio Ruíz de Montoya. Experta en manejo de conflictos.

Miembro de la Asociación Edificando la Paz, Embajadora en Perú del Foro Internacional de Mediadores Profesionales FIMEP – Universidad de Loyola Andalucía y Directora del Centro de Conciliación Yarnold.

Católica, con un profundo sentido ecuménico, creo en el pluralismo y la libertad religiosa. Me gusta el arte, sobre todo el teatro y la música. Mi plato favorito es el ceviche. Gozo de cocinar sobre todo si es para los buenos amigos. Mi libro favorito: “Los Miserables” de Víctor Hugo.

Rebeca Yarnold

Directora, Centro de Conciliación Yarnold

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