«La ausencia de mamá o papá cambia el destino de los hijos»
Los divorcios y las separaciones son cada vez más frecuentes. Lo que tristemente es raro hoy, es encontrar parejas que permanecen unidas a lo largo del tiempo.
De enero a julio del presente año se inscribieron en la SUNARP un total de 5,046 divorcios. Esto representa un incremento de 4.90% respecto a las 4,810 separaciones inscritas durante el mismo periodo del año pasado. Cifras que revelan la situación de cientos de niños y adolescentes que enfrentan la vida en condiciones diferentes.
¿Cómo debería ser la relación entre padre y madre después de un divorcio o una separación?
Si ambos quieren educar a sus hijos deberán hacer acuerdos mínimos en favor de esos hijos.
Todos los días escucho historias de parejas rotas, de familias rotas. No hay rupturas sin dolor y toma tiempo sanar las heridas, no hay plazos determinados, cada pareja, cada familia, cada persona requiere su propio tiempo y espacio. Tendrán que aprender una nueva forma de relacionarse por el bienestar de sus hijos, “se es ex pareja, pero no ex papás”. El ideal sería finalizar la relación de un modo maduro y saludable. Pero normalmente, esto no pasa.
Superar los resentimientos que dejan la ruptura de la relación no es sencillo. Pero a pesar de ser difícil, es liberador tanto para la ex pareja como para los hijos en común.
Para lograr una relación que ayude a los hijos después de una separación o de un divorcio, es fundamental hacer a un lado nuestros resentimientos y jamás usar a nuestros hijos como instrumento de guerra o venganza. Eso produciría heridas para toda su vida. Les produce dolor emocional, intranquilidad y confusión y cuando sea adulto no podrá caminar con seguridad y autonomía frente a sus propias dificultades. No ponga a sus hijos de por medio.
Algunas pistas para este tiempo:
- Busque un mediador que los ayude a ponerse de acuerdo sobre distintos temas en relación a la crianza de sus hijos
- No hable mal a su hijo de su padre/madre. Él no tiene la culpa de lo sucedido
- No desautorice al otro padre/madre sobre disposiciones que dé a su hijo
- Sea paciente. Respete su tiempo de duelo, atienda su dolor con compasión y en lugar de forzarse a si mismo (a) a superarlo, no se culpe, ni culpe a su ex pareja. Ahora parece imposible, pero un día la herida sana.
Si los adultos manejan la situación con madurez y paciencia, los niños también se adaptarán más fácilmente a la nueva situación y no sentirán que su vida se acaba por cuenta de la no convivencia de sus padres.